sábado, 6 de noviembre de 2010

Mirando patrás Vol. 4: Festival de los Robots Pt .2

Pero algo falta aquí. Si bien las dos series eran geniales, en el video de presentación del Festival aparecían imágenes que no correspondían a ninguna de las dos. Cinco años después de la emisión original de estas dos series (año 86 aprox.), Canal 4 se la jugó pasando las dos series que faltaban: Supermagnetrón (Magne Robo Gakeen) y El Gladiador (Great Dragon Gaiking).

Supermagnetrón (que algún payaso por ahí me dijo que era "el papá del Vengador"), es un robot gigante creado por el Dr. Raymond para defender la Tierra de una sarta de monstruos que vienen de la estrella Izaru, que quién sabe dónde queda y cómo llegaron hasta acá.

Lo particular de este robot es que no lo dirige una sola persona, sino que es una pareja la que se fusiona para formar la parte central del Supermagnetrón y a través de la energía magnética (de ahí el nombre) se unían las demás piezas para completarlo. Los pilotos eran Waldo, un artista marcial con la típica personalidad del héroe faltoso y rebelde sin causa; y Liza, la guapa y atlética hija del Dr. Raymond. Ambos tenían sus propios robots, los cuales siempre terminaban mal parados. Luego de ser humillados, recién se les ocurría formar al robot más grande.

Para fusionarse, se lanzaban al vacío desde sus robots, unían sus pulseras y empezaban a girar hasta transformarse en un par de hexágonos rojizos que se adherían al centro del Magnetrón. No sé a quién se le ocurrían estas secuencias de transformación, pero debe haber sido alguien bien pastel. Lo interesante es que en teoría la pareja representaba los polos positivo y negativo, y esto se reflejaba también en sus personalidades, siendo él bien asado y ella bien relajada.

El arsenal del Supermagnetrón era sorprendente, daba la impresión de que en cada capítulo le inventaban un arma nueva. De arranque, los robots de Waldo y Liza se transformaban en un par de propulsores que le permitían al Magnetrón volar. Llevaba una cuchilla en la planta del pie para agregar más daño en sus patadas (eso siempre me pareció un arma bien tramposa), un par de garras estilo Wolverine y una serie de rayos y ataques especiales con nombres basados en el magnetismo, como para que haga juego. Recuerdo que en una ocasión le volaron una pierna y de la nada en las rodillas le salieron llantas y empezó a avanzar como carrito. Imparable el robot.

La canción del final fue también del Capitán Memo. Lo extraño es que tengo un vinilo de canciones de la Marvel donde viene un instrumental llamado "Super Robot" y resulta que es la de Supermagnetrón. Cómo llegó ahí, ni idea.



La última serie del paquete fue El Gladiador. La Tierra está por ser invadida nada menos que por Darío El Grande. No, en serio. Darío es un robot gigante enviado desde el planeta Zela, el cual está condenado a ser absorbido por un agujero negro. Al no haber forma de salvarlo, las grandes eminencias de Zela crean a Darío y lo ponen al mando de sus Cuatro Grandes Generales. Juntos, envían a sus Fuerzas Negras del Terror a la Tierra para que la dejen bien arrasadita, a pesar de que en el fondo la gente de Zela no quería guerra.

Mientras tanto en la Tierra, el Profesor Diamond se entera de esta amenaza y decir construir una enorme nave anfibia con forma de dragón (bien intimidante, por cierto), para que ayude a defender a la humanidad. Lo que pocos saben es que este Gran Dragón del Espacio es además una especie de lanzadera móvil desde donde se envía a un robot gigante que se hace llamar El Gladiador. Lo llamativo del robot es que la cabeza del Gran Dragón se desprende y pasa a formar parte del torso del Gladiador.

El arsenal del Gladiador se basaba en diferentes rayos que lanzaba desde la cabeza del Gran Dragón, como el Mini Cometa, y algunos proyectiles como el par de estrellas gigantes que lleva en las rodillas (La Cruz Justiciera). Un detalle interesante es que de todos los robots del Festiva, éste es el único que podía volar sin usar ningún accesorio.
El que tenga buena puntería es lógico, considerando que su piloto, Brando, es un ex jugador de béisbol y que está desarrollando misteriosos poderes psíquicos. Como todo héroe de estas series, tiene un carácter complicado.

El robot siempre está respaldado por el Gran Dragón, quien a pesar de no tener cabeza, tiene suficiente arsenal para hacerse notar en combate, y adicionalmente cuenta con vehículos menores que también tienen forma de saurio y que pueden ser de gran ayuda en el momento apropiado.

Una vez más la música va a cargo del Capitán Memo y una de las marcas de fábrica del inicio del Festival era que apenas empezaba la canción, lo primero que se veía era al Gran Dragón emergiendo de en medio del mar. Era realmente impresionante y hasta hoy se me hace imposible escuchar la canción y no imaginarme esa escena.



Me parece que fue una falla de marketing que ninguna empresa trajera mercadería respecto a estas series hasta que se convirtiran en piezas de colección y ahora cuesta un ojo de la cara comprarse un muñeco o relacionados a cualquiera de ellas. Alguna vez tuve un robot de esos a pilas que tenía la cabeza del Vengador. Fue lo más cerca que estuve de tener a uno de estos en mi colección. Algún día.

Por ahora eso es todo. Para la próxima haré memoria sobre ThunderCats y otras series de la misma marca, que muchos parecen haber olvidado.

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